El Maristán

El solar cubierto de hierbas es todo lo
que queda del Maristán antes de su
recuperación en 2023

Me ha alegrado ver que tras años de abandono
los restos del Maristán se han consolidado,
conservado y protegido

Estaba esperando a terminar la novela "El Perfume de Bergamota" antes de escribir esta entrada, por la relación que guarda con este edificio, del cual hoy en día poco se conserva lo que obliga llevar a cabo un ejercicio de reconstrucción mental. Ocupaba un amplio solar en la margen derecha del río Darro,  en la ladera meridional de la Colina del Albaicín, en el arrabal del Haxaris o del Deleites, cerca de los Baños del Nogal y de la Puerta de los Tableros



Plano del Maristán de Granada 

El Maristán es una institución de origen oriental que se introdujo de forma muy tardía en el occidente islámico. El Maristán era un hospital que prestaba cuidados médicos a todo tipo de enfermos, aunque con el tiempo terminó dedicando atención también a dementes hasta la conquista de Granada en el siglo XV. En Al-Ándalus (Levante y Zaragoza) ya habían existido otra serie de instituciones de este tipo antes de su construcción, derivando el vocablo maristan del persa bimaristan, término que hace referencia a hospicio u hospital, por lo tanto su origen es oriental.




Hipotética reconstrucción del Maristán de Granada
Parcela sobre la que se alzaba el maristán

Estado actual de la que fuese la entrada principal al Maristán.
Aunque hay varios proyectos para este lugar, no estaría de más
que se colocara una placa en recuerdo de su importancia

Este edificio cuenta con una larga e interesante historia; fundado a instancias del rey nazarí Muhammad V, la construcción del edificio duró 20 meses, tal como recoge uno de los fragmentos de su lápida fundacional conservado en el Museo de la Alhambra, comenzando su construcción "en la segunda decena del mes de muharram del año 767" (entre septiembre y octubre de 1365) y finalizando "en la segunda decena del mes de shawwal del año 768" (entre inicios y mediados de junio de 1367). En la carta de su fundación se decía: "Es un hospital para que en todo tiempo sean recogidos de entre vosotros los desahuciados, y aquellos enfermos que se hallen fuera y lejos de su patria. Vosotros los visitareis con preferencia a través de los días, para contemplarlos con ojos cariñosos, y reconocer sus adversas circunstancias y sus manifiestas necesidades. Y lo primero que habéis de procurar es que recobren la salud, ellos y también los locos, que son numerosos, extendiéndose entre sus mujeres la disipación..."

La portada desaparecida de este edificio ha sido recreada en modelos y dibujos que muestran la riqueza decorativa del pórtico de acceso al hospital nazarí, abarcando toda la altura del edificio, destacando el cuerpo que hace de ático por su decoración cerámica con detalles geométricos profusos que enmarcaban la lapida de mármol fundacional descrita que se conserva en el Museo de la Alhambra desde 1942. Esta lápida de gran belleza resulta una rareza tanto por su forma y labra como por la delicada moldura perimetral, como del texto en caligrafía cursiva mezclado con representaciones vegetales de frutos y palmas. 

Dibujo de la portada original del Maristán antes
de su demolición a mediados del siglo XIX

Replica de la portada del Maristán de Granada que
se exponía en uno de los patios del MAN de Madrid
(Museo Arqueológico Nacional) antes de la Guerra Civil.

La demolición progresiva de la portada del Maristán hasta su desaparición a finales del siglo XIX produce una dispersión de los restos de la profusa decoración del marco ornamental dedicado a destacar los dos elementos clave de la entrada: la lápida fundacional y la puerta.



Los fragmentos recogidos en excavaciones del Maristán desde 1984 son claramente indicativos de esta situación, haciéndose un registro de las piezas para la restauración del pórtico sur que se completará en una Fase 2 en un futuro, junto con dos réplicas de los leones surtidores que se van a emplazar en la Fase 2, volviendo a manar agua en la alberca como lo hicieron en origen y en el emplazamiento temporal del Palacio del Partal para posteriormente ser protagonistas indispensables del Maristán recuperado. 

Detalle de la decoración lineal de la
tabla que se situaba en el borde perimetral del alfarje

El edificio del Maristán se construyó con
muros de tapial (argamasa de tierra y cal),
sobre una masa de mampostería que la
aislaba de la humedad, utilizando dos
canteras de tierra distintas, lo que explica
la diferencia de coloración en los paramentos,
conservando las huellas de los tableros
empleados en el encofrado, las agujas
de madera de los mechinales o la
superficie del acabado, permitiendo
conocer la forma de construcción en
la segunda mitad del siglo XIV

Tras la epidemia de peste negra que asoló Europa durante la cuarta y quinta década del siglo XIV, el rey tomó la decisión de crear esta institución para la asistencia de enfermos pobres. Fue el primer manicomio europeo asistiendo a los enfermos mentales, adelantándose en cuarenta años al Bethlem Hospital de Londres, fundado en 1403, y al del Padre Jofré de Valencia, de 1409, que siempre han sido considerados los primeros.

El Maristán granadino disponía una plantilla de siete médicos o tabib: cuatro especialistas divididos en cuatro secciones (fiebres, demencias, ulceras e incurables) y otros tres que además de atender a los pacientes ingresados, recibían a enfermos sin recursos en el ambulatorio, que sólo abonaban escasos mizcales, mientras que los ingresados no debían pagar nada, aunque no era fácil recibir el ingreso. El hospital se financiaba por las continuas donaciones económicas o la sadaqa, además de percibir parte del zakat del reino,un impuesto obligatorio que era destinado a limosnas.

Los ricos preferían recurrir a médicos privados que abundaban en la ciudad, o sanadores, conocidos como mutatabid y que habían aprendido de forma práctica junto a los tabib y que ejercían en los mercados.


Estado en que se conservaban algunos restos muy
deteriorados de su alzado sur de dos plantas

Evolución de las obras de recuperación 
del edificio del Maristán (junio 2022)

Su disposición rectangular, formada por cuatro naves porticadas, estrechas y alargadas, contenían unas cincuenta salas, con capacidad para cuatro enfermos cada una, estando las dependencias superiores destinadas a las mujeres y las del piso bajo a los hombres.

Alzado sur tras su recuperación en 2023;
de las escaleras y cubierta del pórtico sur
no quedaban restos materiales 

Sobre los muros de tapial se apoya una estructura 
ejecutada con madera que define el piso de la
planta superior, las escaleras situadas en las
esquinas del inmueble y la cubierta

Sobre la coronación de los muros se emplazaba
una tabla que recibe el relleno de regularización 
y el pavimento

Para formar el alfarje de la planta primera
se colocan sobre los pilares de ladrillo
del pórtico unas zapatas de madera y sobre
éstas unas vigas pareadas de gran sección 
para cubrir los vanos

Base de uno de los pilares

El inmueble se organizaba en torno a un patio central con una gran alberca adornada por dos leones de mármol blanco de Macael en posición sentada sobre sus cuartos traseros, labrados sin realismo, a la manera oriental y que vertían agua desde el centro de los lados mayores. Los leones surtidores del Maristán poseen un simbolismo como guardianes del lugar, representando la fuerza y el valor de la fundación del hospital. 

El edificio se construye con una planta rectangular 
articulada en cuatro crujías de dos alturas, simétricas
en sus flancos opuestos y precedidas por
una galería porticada

Las habitaciones tenían una superficie que
oscila entre los 5 y 8 metros cuadrados, con 
suelos de tierra compactada y todas estaban
abiertas al patio, pudiendo albergar, al menos,
a dos enfermos por sala

El hospital contaba con un complejo sistema de saneamiento de las aguas residuales, con varias canalizaciones en compartimentos estancos. En la esquina suroeste, hubo un espacio destinado a las letrinas y una puerta secundaria que salía a la calle Bañuelo y permitía conectar con el cercano baño del Nogal o Bañuelo.

Fragmento del alzado del Maristán hacia
calle Bañuelo

En las estancias, como puede observarse en el techo de las salas, se ha recreado con precisión el original, existe una jácena o viga principal y unas balseras perpendiculares que se asientan en los muros norte y sur. En la planta superior del pórtico sur existió un espacio de mayores dimensiones que no estuvo dedicado a albergar enfermos, quizás con un uso plurifuncional. Además de contar con cocinas, almacenes y lavandería, en el ala oeste, en una esquina se encontraba la sala en la que se realizaba la asistencia ambulatoria durante la mañana. Otra estancia, la jizanat al-tibb o farmacia estaba destinada a la elaboración de medicamentos para el hospita y pacientes del ambulatorio, en la que trabajaban tres agiris o drogueros: ruibarbo, achicoria y agárico como depurativos y laxantes; sedantes como el acónito o el cañamo y la nuez índica; cicatrizantes y analgésicos como el nabo y el mirto.


Uno de los dos leones del Maristán
que se conserva en el Museo
de La Alhambra en el Palacio
de Carlos V

Estado de conservación de los restos del 
Maristán antes de las obras de recuperación 

La restauración del pórtico sur y la excavación 
arqueológica han permitido confirmar que el
Maristán granadino tenía un jardín o huerto
delantero que llegaba hasta el muro de contención 
del río Darro, que pudo tener distintos usos:
lugar de esparcimiento, cultivo de plantas
medicinales y espacios auxiliares 

El Hospital de San Lázaro, fundado por los Reyes Católicos y destinado a la curación de leprosos, dió continuidad a la labor del Maristán. Al mismo tiempo pasó a convertirse en Real Casa de la Moneda (1497-1685) para producir monedas, un privilegio real que en la Península Ibérica sólo tuvieron siete ciudades: Sevilla, Burgos, Segovia, Cuenca, La Coruña y Toledo, a las que se unió Granada a partir de 1492 por decisión de los Reyes Católicos. La institución necesitaba de un edificio amplio, capaz de albergar almacenes para la materia prima, combustible, hornos de fundición, zonas de tratamiento de las láminas producidas y los cospeles (círculos embrionarios de las monedas), amplias áreas para los acuñadores, que realizaban su trabajo con cuños y martillos, y estancias para las balanzas y pesos (Sala del Tesoro). Debía ser un edificio que garantizase la seguridad de todo el proceso para evitar robos y todo esto lo garantizaba el antiguo Maristán para acoger la ceca granadina.

Las excavaciones arqueológicas han permitido 
conocer las reformas que se hicieron sobre el
antiguo hospital nazarí, como la demolición 
de celdas para crear naves de tipo industrial 
o la instalación de hornos en el pórtico oriental

El proceso de fabricación de moneda a cuño
Xilografía de Hans Burgkmair, hacia 1515

La Sala del Tesoro aprovechó una estancia más 
amplia del hospital, en la planta alta del pórtico 
sur, y el resto de las estancias superiores fueron
convertidas en salas de trabajo de los acuñadores






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