Casa de la Plaza de los Castillas


Esta casa morisca del Albaicín de Granada, cuenta con dos
fachadas, una de ellas a la Placeta de Castillas

En la plaza de los Castillas, en el número cinco, se encuentra una casa morisca cuya primera mención no aparece hasta el siglo XIX, cuando Manuel Gómez-Moreno la cita en la "Sección de Excursiones" del Boletín del Centro Artístico de Granada. La vivienda ocupa una parcela de 189.5 metros cuadrados, contando con dos fachadas y cuatro crujías desarrolladas en torno a un patio trapezoidal de 33.7 metros cuadrados de superficie.

La casa de los Castillas, había tenido pórticos y galerías en
los lados noroeste y sureste. Esta foto, del zaguán actual,
rompe lo que debió de ser la sala baja de la crujía sureste, que
ocuparía el segundo lugar de importancia de la casa, como indica
el vano central de comunicación con el patio, ahora tapiado
En el interior de la vivienda se conservan restos moriscos en la crujía norte: unas celosías encima de un arco que daba acceso a la sala de la planta baja.

La crujía principal es la noroeste, conservando el pórtico sobre
zapatas de perfil en nacela, así como el arco angrelado, tapiado
actualmente, siendo la escalera original la que se encuentra
en la esquina norte del patio trapezoidal
Durante la primera mitad del siglo XX numerosas casas del
Albaicín vivieron un proceso de subdivisión y hacinamiento
provocando la transformación a viviendas colectivas

Aunque tabicado, aún puede verse el arco angrelado con
dos ventanitas encima, las cuales aún mantienen sus
celosías con ruedas de lazo de diez


Aunque la casa ha sufrido transformaciones, es posible recuperar con razonable fidelidad su estado primitivo. Aunque en un principio debió de ser una vivienda de dos alturas, después se elevó una torre abierta sobre la crujía, pórtico y galería suroeste, orientada a la plaza. El alfarje de la galería y la armadura de la sala de la planta alta no pueden ser visto, por encontrarse ocultos por los falsos techos modernos. También se conservan completos dos alfarjes del pórtico y de la sala contigua. Esta sala conserva unas pinturas con series de cuatro puntos negros sobre fondo blanco en las cintas y saetinos, motivo que aparece también en el zaguán de la Casa de Zafra.

El pórtico que precede al patio de la crujía sureste tiene zapatas
de cuatro lóbulos de tipo gótico en los extremos y otra doble
de trazado más simple en el centro sobre una columna toscana
quizá situada ahí para sostener el peso de la torre construida después

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