El linaje de los Asqilula

Los Asqilula, fue una estirpe muy influyente que estuvo emparentada con la dinastía nazarí desde sus orígenes. Ambas familias, Nazaríes y Asqilula, vivían en la localidad de Arjona. Abu l-Hasan, apodado Asqilula, pasando su clan a ser designado con el mismo apodo (castellanizado en las crónicas cristianas como Escayuelas o Escañuelas). Su hija, de la que las fuentes no mencionan más que su nombre, Fátima bint Abi l-Hasan 'Ali ben Mohammed ben Asqilula al-Tuyibiyya, fue casada con un miembro de la familia nazarí llamado Abu l-Hayyay Yusuf ben Mohammed ben Nasr, siendo ambos los progenitores del primer rey nazarí, Mohammed I. Para reforzar los lazos cognaticios, dos de las hijas de este monarcafueron desposadas a su vez con otros dos miembros de la familia Asqilula: Mu'mina con Abu Ishaq Ibrahim, arraez de Guadix y Comares y Sams con Abu Mohammed Abd Allah, arraez de Málaga.

Es curioso que, según el INE, la mayor concentración 
del apellido Escañuela se concentre en las provincias
que pertenecieron al reino nazarí


Sin embargo, surgiría la rivalidad entre las dos familias; los Asqilula se sentían tan merecedores del reino de Granada, como lo era la familia nazarí reinante. Ellos habían contribuido al asesinato de Abu Marwan Ahmad al-Bayi en 1234 con la intención de conquistar Sevilla, incluso fue Abu l-Hasan Ali ben Asqilula el brazo ejecutor del homicidio. Ahora se sentían desplazados a un segundo plano por las medidas adoptadas por Mohammed I. Le habían apoyado en su ascenso al trono, pero el monarca nazarí le daba a los efectivos militares meriníes provenientes de África mayor protagonismo y concesiones en el ejército que a sus antiguos aliados, los Asqilula.

El antagonismo entre la familia real nazarí y los Asqilula llevó
a Mohammed I a desplazarse en secreto hasta Málaga para
imponer su poder en la ciudad. Arriba Alcazaba de Málaga

Esto creó una fuerte división interna en el reino de Granada. Su yerno Abu Mohammed Abd Allah, arraez de Málaga -jefe militar de la zona-, gobernaba con total independencia de su suegro y monarca. Su despotismo llevó a Mohammed I a desplazarse disfrazado hasta la Alcazaba malagueña en el año 1261. Iba acompañado por tres esclavos, según nos narra ibn al-Jatib. Al conocer la llegada del rey nazarí, el arraez salió pacíficamente al encuentro de su suegro, descalzo y desaliñado por la inesperada noticia. Juntos fueron a ver a Sams y a los nietos del monarca. Todos se postraron a sus pies, reconociendo su poder. Sin embargo, esta reconciliación no logró suavizar la tensa relación entre ambos clanes, que alcanzaría el punto más álgido en el reinado de Mohammed II como se verá más adelante.

Cuando Alfonso X rompe las paces con los nazaríes a mediados del siglo XIII, invade la campiña granadina apoyado por los Asqilula; en ese momento Mohammed I pide ayuda a los tunecinos y merinies, lo que enfurece aún más a la familia rival. Todo se resuelve con la entrevista entre ambos monarcas en Alcalá de Benzaide -hoy Alcalá la Real-, consiguiendo la paz a cambio del pago de doscientos cincuenta mil maravedís por parte de los nazaríes y con la promesa del rey castellano de desamparar a los Asqilula.

Cuando el segundo monarca nazarí,  Mohammed II, decide casar a su hija Fátima con un primo paterno de la familia Nazarí, Abu Sa´id Faray, le entrega el control de Málaga, provocando nuevamente el recelo de la familia Asqilula al verse reemplazados. Esta decisión trajo consigo graves consecuencias políticas, insurrecciones y hasta la guerra civil (zilzal al-fitna). Abu Mohammed Abd Allah Asqilula se encontraba en Murcia apoyando una revuelta mudejar contra los cristianos, cuando recibe la noticia y apresuradamente decide marchar a la capital malagueña para sublevarse y mantener el control de la ciudad para sí, pero finalmente pierde su puesto en Málaga.

Durante esta época, los Banu Asqilula se apropiaron también de la magnífica biblioteca privada de al-Zubaydi, hombre de letras de Jaén que se refugió en Granada. Mohammed II les obligó a restituirla a su legítimo propietario, si bien acabó quedándosela él.

Los Asqilula continuaron ocupando cargos de importancia como arraeces de Guadix y Almería, deseosos de independizar sus territorios del reino de Mohammed III. Finalmente perdieron su importancia dentro de la corte nazarí y tras las Capitulaciones se trasladaron al norte de África. Sin embargo, el apellido Escañuela aún persiste entre muchas familias de la costa granadina y malagueña, así como en el topónimo del municipio que fue separado de Arjona en 1371 por Enrique II de Trastamara como bien me ha informado Manuel Jimenez Cuesta, quien me ha animado a escribir este post.

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