Mezquita Mayor del Albaicín o jima Alaadama (actual Iglesia del Salvador)

El patio conserva sus galerías originales en el lado nordeste y
noroeste, donde se situaba la entrada a la mezquita
En el lugar que actualmente ocupa la Iglesia del Salvador en el Albaicín de Granada (convertida en iglesia por el cardenal Jimenez de Cisneros en 1499), se levantaba la que sería la mezquita aljama o mezquita mayor del arrabal en época nazarí, de la que aún se conserva su patio porticado o atrio, conocida como jima Alaadama. La construyeron los hispanomusulmanes de Baeza cuando se establecieron en este lugar, y aunque más pequeña que la Mezquita Aljama de la Medina, era más bella.

La precedía un jardín con limoneros que medía 18 por 13 metros, y en sus costados se abrían dobles galerías, cada una con cinco arcos de herradura apuntados, uniendo a ambas hacia poniente, otra nave con siete arcos, todas cubiertas con sencillas armaduras y tirantes de madera. La mezquita tenía una extensión de 25 metros de este a oeste y 30 de norte a sur, y estaba dividida en nueve naves, la central más ancha y las dos extremas más estrechas que el resto y cada una soportada por diez arcos de ladrillo apoyados en 86 columnas, según asegura el alemán Münzer. Los muros eran de tierra con lajas de piedra en los ángulos. De la mezquita aún se conserva el patio, cuya nave occidental está completa, con siete arcos de herradura apuntados, pero sin columnas, pues éstas se sustituyeron por machones de piedra; restos de los arranques de las columnas de las galerías laterales y de sus armaduras; la pared del mediodía y los dos arcos por donde la mezquita se relacionaba con las galerías norte, apoyados en un pilar de ladrillo de tiempos cristianos, y el aljibe, que es profundísimo, todo restaurado, en 1938, después del incendio que sufrió la iglesia en 1936 y que aquí causó graves daños.


Las galerías de los lados menores son dobles y se alineaban
con las extremas de la sala de oración de la mezquita aljama
Los restos de la mezquita se conservan integrados en la actual iglesia, como el muro del lado suroeste y a la fachada de la Placeta del Salvador, reconstruido en 1542. Sin embargo el muro de la qibbla, en el lado opuesto al patio, fue demolido cuando fue terminada la capilla mayor, añadida a la sala de oración del templo islámico. esta sala de oraciones se dividía en nueve naves con diez arcos y columnas cada una, de las cuales la central era más ancha, mientras que las de los extremos eran más angostas. La antigua sala de oración musulmana fue usada para la liturgia cristiana, sin modificaciones notables, hasta 1590, cuando se terminó de construir la capilla mayor. A continuación se derribaron las tres naves centrales para sustituirla por una nave principal y única, aunque inicialmente se pensó en realizar dos laterales.

Maqueta de la Iglesia del Salvador, con el patio en primer término

La distribución de la planta coincidía con la habitual en Al-Ándalus para las mezquitas importantes: sala de oración perpendicular a la qibbla y patio en el lado opuesto a esta, con galerías en tres de sus lados, mientras que el cuarto lo ocuparía la fachada de dicha sala.

El muro de la qibbla fue demolido al terminarse el interior
de la iglesia (en esta imagen). La orientación de esta mezquita,
cuya qibbla señalaba con bastante precisión el sureste, era
coincidente con otras conocidas de época nazarí, rompiendo
con la costumbre almohade de orientarla al sur

La primera referencia escrita sobre esta mezquita se debe al viajero alemán Jerónimo Münzer quien la visitó entre el 22 y 26 de octubre del año 1494 (cuando la mezquita aún mantenía el culto islámico de acuerdo a lo pactado en las Capitulaciones), quien al describir el arrabal del Albaicín indicaba que en  él había "una bellísima mezquita, de ochenta y seis columnas exentas, que es menor, pero más bella que la mezquita mayor de la ciudad (donde se encuentra actualmente la Catedral de Granada), con un bellísimo jardín sembrado de limoneros". En realidad, desde el siglo XVI se le conoce como "Patio de los Naranjos" posiblemente naranjos amargos -especie ornamental utilizada en la península desde el comienzo del dominio musulmán, siendo el limonero menos frecuente por su delicadeza, y que no fue introducido hasta el siglo XII-, pero el escritor los confundió, porque los cítricos no eran habituales en la Alemania del siglo XVI y por visitarla en una época en que los árboles no tenían fruto.

En las grandes mezquitas de Al-Ándalus, como la omeya de
Córdoba y la almohade de Sevilla, había árboles en el patio
El arrabal del Albaicín, es un asentamiento que data de inicios del siglo XIII, poco antes del establecimiento de la dinastía nazarí, y que fue cercado por una muralla en el siglo siguiente. Era independiente de la Medina de Granada, dotado de jueces y gobernadores propios. En ese carácter de autonomía, le permitió disponer de una mezquita mayor equiparable a la de la Medina, aunque algo menor en tamaño.

Las dimensiones exteriores de la mezquita eran de 32.20 metros
de ancho por 42.4 de largo, de los cuales 26 metros correspondían
a la sala de oración y los restantes 16.4 metros al patio. En la
fotografía sillares de la fachada de la iglesia que pudieron pertenecer
a la Mezquita Mayor o Aljama del arrabal del Albaicín de Granada.
Esta iglesia era una de las dos que tenían derecho de asilo y en su claustro se colgaban los sambenitos de los moriscos penitenciados por la Inquisición que, al principio se exponían en la Catedral, así como los de los judaizantes figuraban en la parroquial de Santiago. La Iglesia del Salvador, junto al museo y principalmente el patio almohade conservado, es visitable pagando una entrada de 75 centimos.

Horario de misas de la Iglesia del Salvador en el Albaicín de Granada

Comentarios

  1. ¡Qué daría yo por verte,
    ay mi patio de ayer
    y como… siempre te quise
    poderte hoy querer!

    Patio de arcadas repleto
    lunas moriscas riendo,
    y chaveas que jugando…
    van madurando y creciendo.

    Atrio de juegos y sueños
    ¿Dónde están ahora los dueños
    de quienes con corazón
    junto a tu vieja portada
    con tanta ilusión jugaban…
    al ajedrez y al frontón?

    De aquel rincón del atrio
    do está la barra de hierro,
    tenemos gratos recuerdos.

    Estoy muy agradecido
    al patio del Salvador.
    Por todo lo allí aprendido,
    me declaro su deudor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

El legado nazarí por el mundo