Otoño, fruto de la granada (orígen etimológico de Granada)

Fruto de la Granada frente a una imagen del Patio de los Leones

El otoño es una época del año que nos proporciona una gran cantidad de frutas que podemos conseguir en el mercado como cítricos, uvas, manzanas, peras, ciruelas y entre ellas hay una que destaca por la cantidad de beneficios que nos brinda, se trata de la granada.

La granada se caracteriza por una piel fuerte que contiene una infinidad de pequeños gajos que son los que conforman esta fruta sabrosa al paladar y totalmente beneficiosa para nuestra salud, siendo no sólo un manjar, sino que también posee muchas propiedades medicinales que nos ayudan a mantener una mejor salud.

Fueron los musulmanes quienes introdujeron la planta del granado en la Península Ibérica desde Irán, símbolo de fecundidad, prosperidad y amor.

El nombre de la ciudad de Granada se confunde con el nombre del fruto, símbolo de la ciudad desde hace siglos, pero Garnata, como se conoce en época nazarí, no significa granada, sino que el fruto de la granada se dice "ruman" en árabe. Cuando los musulmanes se asientan en el Albaicín, ya estaba habitada por judíos, la Garnata al-yahud, o Granada de los Judío. 

Según avanza la reconquista cristiana, la ciudad se desborda demográficamente. Garnata tiene un étimo anterior, ibérico, pero según la tradición, Fernando el Católico dijo: quitaré uno a uno los granos de esa granada. Tal vez provenga de ahí, entre la confusión de términos, el nombre de la ciudad.

Más que la granada, el higo fue la fruta nazarí por excelencia paradógicamente. A pesar de las talas de los cristianos, la higuera eran popular en todas las lindes -perteneciendo a dos o más dueños inclusive- con sus golosas brevas, un dulce muy apreciado por los granadinos.

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