Castillo de Íllora

El recinto fortificado de Íllora, a diferencia de otros castillos fronterizos del
Reino nazarí de Granada, contaba con tres recintos diferenciados

El castillo de Íllora tiene su origen en el siglo XI, no obstante en época nazarí, al pasar a ocupar la primera línea defensiva, la fortaleza fue reparada y transformada y por su importante posición estratégica en la defensa de la vega de Granada y su cercanía a la frontera con Jaén. Se construyeron una serie de atalayas, que permitían conectarlo visualmente con los sistemas de vigilancia del Castillo de Montefrío y con Moclín. Las más importantes de estas torres, eran la torre de Brácana y las atalayas de la Mesa (la mejor conservada) y de la Gallina, o la torre de Jorvas, una torre atalaya fronteriza de planta circular que se encuentra enterrada en sus propios escombros. Además de las mencionadas atalayas existían torres de alquería, cuya principal finalidad era la defensa de las comunidades campesinas. Este debía ser el caso de la torre conservada en el anejo de Tocón. Cuenta con tres plantas y azotea y parece que estaba rodeada de una cerca perimetral a modo de albacar. Normalmente, las torres atalayas cuentan con una única estancia en la zona superior y son de menores dimensiones.




El castillo de Íllora sufrió diferentes ataques en época nazarí por ser una importante fortificación del período medieval. En junio de 1319, los infantes Pedro y Juan de Castilla se apoderaron de la villa de Íllora y de su arrabal, y si se hubieran quedado otro día, según afirma la Crónica de Alfonso XI, también habrían tomado su castillo. Se dirigían a devastar la Vega de Granada, por lo que el infante Pedro no quiso permanecer más tiempo allí, pues su voluntad era asediar Granada y tenerla cercada "hasta que la ganasen, o morir sobrello",​ aunque poco después ambos infantes murieron en el Desastre de la Vega de Granada, acaecido el 25 de junio de 1319. Con posterioridad, en 1341, Alfonso XI dirigió también una incursión contra Íllora. En 1431, el Condestable Álvaro de Luna realiza una importante incursión en la vega de Granada, siendo Íllora su primer objetivo.

Sin duda las alquerías gozaban de bastante autonomía a la hora de crear sus
propios sistemas de defensa por ejemplo, como manifiestan las torres alquerías

Según las crónicas castellanas que mencionan las incursiones a Íllora en 1246 se describe la población dividida en tres partes, y cada uno de estos recintos se encontraban amurallados:
  • Villa de 2.000 metros cuadrados de superficie, contaría con una mezquita que fue quemada por el Condestable Lucas de Iranzo, en 1458 cuando asaltó el castillo.
  • Alcazaba, situada en la parte más alta y de planta trapezoidal, donde la población se refugiaría en caso de asalto y a la que se accedía por una puerta en recodo
  • Arrabal, en el exterior de las murallas del castillo.

Entrada o cuerpo de acceso al castillo de Íllora, con una defensa compartimentada
para evitar que la pérdida de un tramo del castillo permita la caída defensiva
Tras la entrada del castillo de Íllora se llegaba a un patio, además de contar con un rastrillo defensivo en la puerta, así como una buhodera (orificio practicado en las bóvedas para la defensa vertical de pasos y accesos) en época nazarí. 

Durante las excavaciones de 2015 se encontraron unos pasos abovedados para
la guardia, un adarve que pasaba por debajo de las torres
En la ladera que se desarrolla a los pies del castillo en el lado norte se encontraba la villa, el principal espacio habilitado en época medieval, tal como las fuentes escritas hacían suponer. Había un acceso a la villa de Íllora en el interior del castillo, del que se ha perdido la puerta-torre aunque sí se han hallado las quicialeras. Tras pasar a la puerta se podía torcer a la izquierda o la derecha. A la izquierda, una vía conducía a la alcazaba, mientras que a la derecha se iba a la avenida principal de la villa. 

Yusuf IV, a comienzos del siglo XV, en rivalidad con su hermano, 
se trasladó al castillo de Íllora
La alcazaba era un espacio bastante reducido contaba con cinco aljibes que abastecían a la alcazaba en caso de asedio, aunque desconociendo cómo se llenarían estos aljibes. Una hipótesis que se plantea es que uno de estos aljibes fuera utilizado como prisión, porque durante 1479 estuvieron presos unos vasallos del Señor de Luque. 

La alcazaba contaba con cinco torres, tres en la cara noreste sobre la villa
Las torres defensivas de la alcazaba se
construyeron con tapial y con sillares
en las esquinas como refuerzo
La villa de Íllora estaba rodeada de campos productivos por la propicias condiciones naturales para el regadío, pues además de la presencia de varios cursos de agua, destacando los arroyos de las Cañadas y del Charcón, existe un gran número de fuentes en la zona de contacto con las estribaciones calizas, que actúan como grandes reservas de agua. Así como una torre de vega nazarí de mampostería conocida como torre del Charcón, de planta rectangular (5,60 x 5 metros), de la que se conserva la parte maciza del cuerpo de 1,8 metros de altura.


El 8 de junio de 1486 se produjo la toma de la villa de Íllora por parte de los Reyes Católicos, quienes nombraron a Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, como su primer alcaide cristiano.

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