Cementerio de la Puerta de Elvira (cementerio de Salh ben Malik)

Junto a la Puerta de Elvira existió la
pequeña rabita árabe llamada de al-Hawra,
que tenía arcos apuntados.
Desde el antiguo Convento de la Merced Calzada, la iglesia de San Ildefonso y la calle Real de Cartuja, hasta las de San Juan de Dios y de Canasteros y, desde las carreteras de Jaén y Pulianas hasta la puerta de Elvira se encontraba un extenso cementerio hispanomusulmán conocido como Sa’d ben Malik o Salh ben Malik. Fue fundado en el siglo XIII y en él existió también una iglesia visigoda, destruida en 1099 por los almorávides y cuyos restos se conservaban todavía en el siglo XIV.

Salh ben Malik era un cementerio o maqbara enorme, debiendo coincidir su construcción con la de la Puerta de Elvira o Bab al-Hadid. Cerca se encontraba el barrio de los estereros o al-Hassarin.

El cementerio estaba ceñido por una fuerte muralla y defendido por diferentes torres a la entrada de cada uno de los caminos de acceso: una cerca de San Jerónimo, otra en dirección al Hospital de San Lázaro, otra en la huerta del Convento de Capuchinos cerrando el camino de Jaén, otra que guardaba el camino de Úbeda en la esquina de Ancha de Capuchinos y del Cristo de la Yedra (cuyos restos fueron descubiertos en 1939) y otra donde se levantaba la Ermita del Cristo de la Yedra cerrando el camino de Alfacar. Por este lado se unía el recinto a las fortificaciones del Albaicín.

En 1494, el viajero alemán Jerónimo Münzer lo describió: "saliendo de la puerta de Elvira, próxima a nuestra posada, fuimos al cementerio moro, que está en aquellas inmediaciones, y el cual es tan grande y tan bien dispuesto que causa maravilla. Su parte más antigua esta plantada de olivos, y la más moderna sin ningún árbol. Las sepulturas de los ricos son cuadradas y a modo de jardines, cerradas con un muro de piedra".

Las fosas formaban ciudades, pudiendo distinguirse los sepulcros de personas humildes (lápidas sencillas y alargadas) o de pudientes. En este cementerio había una fosa común destinada a pobres e indigentes que no podían pagar un entierro digno.

En primer plano la explanada donde estuvo el cementerio de Puerta de Elvira
ocupado parcialmente por el Hospital Real (a la izquierda del dibujo) y otras
construcciones del siglo XVI, según un grabado de Anton Van den Wyngaerde (1567)

En 1500, los Reyes Católicos cedieron los cementerios musulmanes de la ciudad para ejidos (servicios comunes para pastos o eras), y al crecer la población a lo largo de los siglos terminaron siendo ocupados por edificios o en este caso, por el Campo del Triunfo, el Hospital Real, etc.

Lámina del siglo XIX con una vista
de la antigua plaza de toros y el
Campo del Triunfo de Granada

Este espacio tuvo múltiples usos, desde lugar de celebración de fiestas al aire libre y feria de ganado hasta lugar de ejecuciones públicas durante la dominación napoleónica y mediados del siglo XIX. En 1956 se convirtió en un pequeño parque ajardinado y por último, con la apertura de la Gran Vía su fisonomía cambió, sobre todo con la construcción de la Escuela Normal de Maestros que obligó a trasladar la columna del monumento a la Virgen en 1960 a los nuevos jardines creados sobre la explanada que ocupaba la vieja Plaza de Toros.

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