Biografía de reinas: Fátima (1260 aprox-1349)

Hija de Mohammed II y de su primera esposa Nuzha y hermana del rey Mohammed III, nació en algún lugar de la Alhambra antes del año 1260. Mujer culta, consagrada a la ciencia de los barnamay, es decir, de los repertorios bio-bibliograficos de los ulemas (sacerdotes islámicos), fue desposada siendo muy joven -tal vez con 20 años de edad- con el arraez de Málaga Abu Sa'id Faray, que a la vez sería primo de su padre. Esta unión traería una guerra civil al reino protagonizada por la familia Asqilula, celosa de los favores y privilegios concedidos al yerno del rey, en particular el gobierno de la ciudad de Málaga. Pero pronto dicha rebelión fue sofocada y Fátima y su marido se instalarían en dicha plaza, disfrutando de una vida tranquila, dedicada al estudio y al cuidado de sus hijos, Ismail y Mohammed. 

Panorámica del puerto y de la ciudad de Málaga desde la Alcazaba


Mohammed, su segundo hijo, tuvo cuatro descendientes, nietos de Fatima: Yusuf, Faray, Mohammed e Ismail. Los cuatro terminaron abandonando Granada para trasladarse al Magreb, alcanzando buenas posiciones en la corte merení. Del último de ellos, Ismail, descendería el futuro Mohammed VI "el bermejo", bisnieto de la reina Fatima y cuyo padre fallecería en una escaramuza en el Magreb.

Su papel social como esposa y madre la sitúan entorno al centro del poder nazarí, siendo participe de los asuntos dinásticos de la corte. Su marido, quince años mayor que ella, Abu Sa'id Faray era hijo de un hermano del fundador del reino de Granada, Mohammed I y de nombre Abu l-Wali Ismail. Inteligente, justo y generoso consiguió el puesto de arraez de Málaga de mano de su tío el rey por el aprecio que le tenía por ser su sobrino. Durante su gobierno de la ciudad portuaria se dedicó a construir grandes barcos lo que le reportó abundantes ganancias.

Su importancia política se vió supeditada a su marido y más tarde a su hijo, (que nacería en 1279) quien sería coronado como Ismail I. Con Ismail, tras destronar a su tío Nasr, la línea directa de descendientes varones de Mohammed I se rompe y comienza la que se ha denominado como la "dinastía fatimita" en honor al origen materno de la misma.

Tras la muerte de su hijo, Fatima vuelve a asumir la tutela política junto con Ridwan, primero con su nieto Mohammed IV y con Yusuf I después, su otro nieto, siendo este menor de edad cuando es proclamado rey con quince años.      

Fatima moriría con más de noventa años el 26 de febrero de 1349, y aunque no se eludía a las figuras femeninas de la nobleza por respeto, el importante papel político de esta mujer traspasó convencionalismos e ibn al-Jatib escribiría sobre ella:

"Fatima, hija del rey Mohammed II. Ella era la flor y nata del reino, la perla central del collar, el orgullo del harén, la ambiciosa del honor y el respeto, el vínculo, la protección y el recuerdo de la herencia. Su vida, solicitada del buen consejo, como un catálogo de moralejas y un epitafio de antepasados, se ha prolongado hasta que falleció en tiempos de su nieto, el rey Yusuf I -¡que Dios se apiade de ella!-, con más de noventa años de edad."

En su funeral en la Alhambra hubo una gran afluencia de gente por la gran importancia que tuvo y sin que ninguna otra mujer de la realeza nazarí la eclipsara posteriormente por ser una de las mujeres más sobresalientes de la historia de Granada, por su papel en la corte y la política nazarí durante varias generaciones de reyes.

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