Albercón del Negro

El curioso nombre del Albercón del Negro proviene de una de las leyendas
decimonónicas que relaciona estos restos a la imaginaria presencia de
un fornido personaje africano que celosamente custodiaba el palacio
de ensueño que se encontraba supuestamente bajo el albercón
En el tramo inicial del vial de acceso al parque del Cerro del Sol desde la vaguada que hoy ocupa el cementerio granadino de San José y frente al actual cementerio musulmán se encuentra esta estructura de grandes dimensiones, el Albercón del Negro.

El Albercón del Noegro mantiene gran parte de la fábrica original
de su estructura, destacando una galería subterránea, cubierta por
una bóveda de cañón para la evacuación del agua

Aunque se han perdido las estructuras asociadas al resto del circuito hidráulico de la Dehesa del Generalife, se sabe que la función de este gran contenedor era almacenar y servir de mecanismo de presión, como vaso comunicante, para un gran caudal de agua con el que aprovisionar la Almunia de Los Alixares. Para elevar el agua con tanta presión, el albercón disponía de grandes sifones fabricados mediante conductos de piedra y atanores de barro (algunos conservados en el Museo Arqueológico y Etnográfico de Granada tras descubrirse durante las obras del cementerio de San José en el primer terico del siglo XIX). Testimonio de su existencia ya la dejó en el siglo XV el escritor granadino Ibn ´Asim cuando dijo que la alberca se alimentaba por medio de "unos descomunales encañados que se labraron en piedra dura, de la que quedan un número suficiente de sus restos, con los que se vuelve a levantar para mostrarlos de nuevo en su totalidad".

Aún se pueden distinguir los restos de una escalera adosada al muro
para acceder al interior de la alberca
Aún puede verse el andén de ladrillo cocido que recorría el albercón
Según los textos hispanomusulmanes de la época, se conoce el momento de la construcción del Palacio de los Alixares y del sistema que le abastecía de agua, en época de Mohammed V, durante el último tercio del siglo XIV. Sin embargo una serie de fuertes terremotos ocurridos entre 1431 y 1441 afectaron todas estas construcciones. El albercón, que también se vio dañado, fue reparado pocos años después, aunque la difícil situación de supervivencia del reino por el acoso cristiano, propiciarían posiblemente su paulatino abandono hasta su redescubrimiento en el siglo XIX.


El Albercón del Negro se encuentra a un lado del camino que lleva al Cerro
del Sol, por lo que para visitarlo hay que adentrarse entre pinos y olivos

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